Cuando la desconexión es necesaria: mi falta de inspiración.
Necesitaba este tiempo, estos días sin mirar el móvil, sin mirar ninguna red social, sin crear contenido, sin pensar en el Blog, sin subir fotografías, es más, sin fotografiar.
Todos en algún momento atravesamos una etapa negativa en donde, muchas veces por saturación, nos vemos atacados por la falta de inspiración y motivación, y precisamente esto me ha pasado a mí.
Esta vez no me sirvió para recuperar ni las vacaciones. Recuerdo como otros años por estas fechas, después de las vacaciones, yo estaba loca por volver, porque tenía la necesidad de escribir, de contar cosas, de mostrar momentos, de miles de ideas, pero este año no fue así. Me lo temía, lo venía pronosticando y sin darme cuenta se cumplió mi vaticinio.
Además de la falta de inspiración se une una desmotivación tremenda, y aunque sé que mi odiado algoritmo de Instagram me va a castigar mucho por no mostrar contenido en días, yo necesitaba frenar y bajarme del coche.
¿Sirvió? ¡Pues ni idea! Yo creo que sí, por algún motivo estoy escribiendo este post ¿no?
En realidad creo que lo mío fue y es (porque esto sigue, en menor medida, pero me sigue ocurriendo) un cúmulo de situaciones que se mezclaron y estallaron en mi interior: el fin de las vacaciones siempre me deprime (pero mucho, mucho), el inicio del Cole de mis pequeños, algún proyecto que se vino abajo y el cambio de dinámica en Instagram me desmotivo muchísimo.
Lo cierto es que espero que Septiembre y las rutinas me devuelvan, además de orden, la pasión por todo esto, la ilusión con la que escribía cada uno de mis post y las ganas con las que hacia todas mis fotografías.
Comentarios
Publicar un comentario